Sobre el ataque
Para atacar hay que tener la pelota. Pero para atacar bien, hace falta más. Propongo que pensemos en la posibilidad de que aquel que tiene el balón se serene, como primera medida. Que mantenga una distancia con los rivales que sienta segura. Desde ahí, puede detenerse una fracción de segundo y mirar a su alrededor. Los que no tienen la pelota deben mostrarse como posibles pases. A veces moviéndose, a veces insinuando que se van a mover hacia un vacío, eso le dará una pauta al poseedor del balón para largar el esférico al vacío. Eso también hará que los que defienden se muevan con los atacantes. Finalmente, el que tiene la pelota puede decidir avanzar por sí mismo, o pasarla. Los que no tienen la pelota también están jugando. Ahora bien, si uno tiene la pelota y la marca es asfixiante, uno debe aprender de sí mismo, conocer sus cualidades: ¿Se me da bien jugar de espaldas y girar, o soy mejor evadiendo en velocidad porque me sé lo suficientemente veloz para resol...