Empate
Jugamos nuevamente en el complejo de la calle La Plata con intersección en Leguizamón. De los diez que estábamos apuntados faltaron dos y uno fue reemplazado por un foráneo que ya ha jugado alguna vez,
Los equipos se armaron entonces uno con cinco jugadores y el otro con cuatro. La distribución fue pareja, y así se reflejó también en el resultado final: empate.
Se jugó con mucho criterio por parte del equipo de cuatro. Nosotros, el equipo de cinco, tuvimos momentos poco lúcidos y eso se vió reflejado en una ventaja por árte del equipo de cuatro.
En un momento entendimos que la clave para resolver el encuentro estaba en molestar sus salidas. Y así, comencé a correr a cada uno de los que tenían la pelota. Creo que esa técnica deviene usualmente en errores del rival y, eventualmente, permite generar juego propio. Es sacrificado, pero vale la pena.
Al final pudimos quedar en ventaja por un gol. Uno de los nuestros tuvo una clarísima que pegó en el palo. El muchacho de la cancha llegó y avisó que era la última. El rival pateó largo y con un cabezazo selló el empate. Así las cosas.
partidazo
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