Sentir los pies
Alexander Lowen, discípulo de Willhelm Reich, afirma que el contacto consciente de los pies sobre el suelo es clave a la hora de expresar vitalidad y gracia en el movimiento de uno.
Entonces - y digo sin miedo - las cosas que uno percibe son traídas a la consciencia a una "velocidad de captura sensorial" que supera a la realidad, si uno es consciente de sus pies. Uno se vuelve como un Dios y es, entonces, capaz de responder a su corazón a una velocidad diabólica (al menos por un rato). Y ganar.
No apunta a esto el espíritu "Bielsista", y está bien que así sea. Todos somos libres de glorificar algo. Pero, la derrota digna? Eso nos convierte en imbéciles. Para eso no estamos. No es nuestra labor. Y duele fingir esa falsa "ética".
Uno, cuando gana, también, a veces, es derrotado. A veces se es bueno. A veces se es malo.
Es bueno, entonces, traer a la consciencia la sensación de las plantas de los pies y sabernos humanos completis, buenos y malos, combativos y defensivos. Nobles y calculadores. Todo junto. Invictus!
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